Quienes Somos

La Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores conocidos popularmente como Amigonianos; son un instituto religioso clerical de la Iglesia católica y en ella de la espiritualidad franciscana. Fundados el 12 de abril de 1889 en Masamagrell (España) por el fraile sacerdote y obispo Luis Amigó y Ferrer, miembro notable de la Orden de Frailes Menores Capuchinos. Originariamente se creó con catorce postulantes, siendo sus primeras casas la Cartuja de Nuestra Señora del Puig en Valencia y el Convento de Nuestra Señora de Monte Sión en Torrente, ambos en la Comunidad Valenciana.

Como congregación religiosa católica según sus constituciones, están consagrados y comprometidos en el seguimiento de Jesucristo tal y como propone el Evangelio, viviendo en comunidad fraterna y consagrándose especialmente a Dios en el servicio a la juventud extraviada. Siguen la Regla de los Hermanos y de las Hermanas de la Tercera Orden Regular de San Francisco. Junto a la Congregación de Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, la Asociación de Cooperadores Amigonianos, y otros grupos seglares, conforman la Familia Amigoniana.

El Padre Luis Amigó inició su apostolado entre los reclusos de los penales. Con ellos, penados también, había jóvenes e incluso niños. Esta experiencia constituyó el germen fundacional de la Congregación. El estado de destrucción que advertía en unos y otros le hizo pensar en un trabajo preventivo a favor de los más jóvenes.

En su testamento espiritual, Luis Amigó expresa así la misión de su fundación:

Vosotros, mis amados hijos e hijas, a quienes Él ha constituido zagales de su rebaño, sois los que habéis de ir en pos de la oveja descarriada hasta devolverla al aprisco del Buen Pastor. Y no temáis perecer en los despeñaderos y precipicios en que muchas veces os habréis de poner para salvar la oveja perdida; ni os arredren los zarzales ni emboscadas con que tratará de envolveros el enemigo, pues podéis estar seguros de que si lográis salvar un alma, con ello predestináis la vuestra

 

Espiritualidad y Pedagogía

Nuestra Congregación participa en la misión de la Iglesia, sacramento universal de salvación, con una misión especial transmitida por el Padre Fundador y ratificada por la misma Iglesia en cuyo nombre la ejercemos: la educación cristiana de la juventud desviada del camino de la verdad y del bien.(Constituciones de los RR. Amigonianos nº56).

Esta misión apostólica es esencial a la Congregación. Nos constituye testigos e instrumentos del amor de Cristo a los jóvenes y nos exige: actuar conforme a la pedagogía del amor cuyo objetivo fundamental es restituir al hombre la dignidad que le corresponde como hijo de Dios (Constituciones de los RR. Amigonianos nº 57).

La Congregación ha desarrollado en el transcurso de su historia, y continua desarrollando, una pedagogía especial que convenimos en llamar Pedagogía Amigoniana. Se aplica actualmente en el Cono Sur teniendo en cuenta las peculiaridades culturales de la zona.

El objetivo de esta pedagogía es la reeducación, rehabilitación, corrección y adaptación de niños y jóvenes que por diversas motivaciones han entrado en conflicto consigo mismos o con la sociedad: jóvenes con carencias afectivas, familiares y sociales; con insuficiencias y disminuciones materiales y morales; con alteraciones de conducta y perturbaciones de personalidad.

Fundamentada en el Evangelio, la Pedagogía Amigoniana contempla en cada joven la actualización del misterio de Cristo. Por eso ha tomado y asimilado algunos pasajes del evangelio en los que encuentra perenne inspiración para la acción pedagógica: el Buen Pastor, la oveja perdida, el buen samaritano…

La Pedagogía Amigoniana requiere, para su puesta en práctica, de educadores, religiosos y laicos, que hayan asumido su mística, que vivan su fe y el Carisma Amigoniano, de personas que estén en talante de crecimiento, trabajen en equipo de educadores y se preparen científica y técnicamente para esta misión.

Las notas características de esa Pedagogía son: 

Terapéutica: es propio de la pedagogía Amigoniana curar traumas psíquicos, subsanar deficiencias, compensar carencias, desarraigar malos hábitos, corregir desadaptaciones. Realiza esta tarea después de hacer el diagnóstico de la personalidad del alumno y aplicando las medidas oportunas según el tipo de afección y su intensidad.

Personalizada: La Pedagogía Amigoniana, que tienen en cuenta y valora la dimensión social del hombre, parte de la constitución, identificación y valoración del individuo como persona en su entidad única e irrepetible, sujeto de derechos inalienables, en cuya curación y rehabilitación centra su principal solicitud. El tratamiento pedagógico se ajusta a las peculiaridades y condiciones biopsicológicas.

Integral: Proponiéndose la formación integral del hombre, la Pedagogía Amigoniana tiene en cuenta todos y cada uno de los aspectos de la personalidad: físico, afectivo, volitivo, intelectual, técnico y espiritual. Tiende, por tanto a la formación integral del hombre maduro, equilibrado, responsable.

Dosificada: Según la capacidad receptiva del alumno se regula la intensidad de las medidas terapéuticas; éstas se aplican progresivamente, sin forzar los pasos de la maduración psicológica, y se acomodan a las características del alumno, a sus posibilidades y logros educativos.

Preventiva: El tratamiento educativos intenta salvar al joven de nuevos males, prevenir las recaídas, encauzar, afianzar y robustecer la personalidad,.. Los mecanismos estimulantes (notas, vales…) son de apoyo, de sostén, preventivos más que coercitivos.

Familiar: Las relaciones y convivencia entre alumnos y educadores se apoyan en elementos afectivos y paternales. El ámbito de intercomunicación está formado por pequeños grupos llamados “familias” que permiten unas relaciones personales primarias y que disponen de locales adecuados para crear un clima de familia. Implica a la propia familia del joven en el proceso educativo mismo, pidiéndole su creciente y progresiva colaboración.

Los Amigonianos, somos una gran Familia dentro de la Iglesia Católica y, en ella, de la espiritualidad Franciscana, integrada por laicos, religiosos y sacerdotes que seguimos a Jesús desde el Carisma que nos regaló el Espíritu a través del P. Luis Amigó.

Nos dedicamos a expresar la misericordia de Cristo, Buen Pastor, a los jóvenes con problemas de conducta.

Somos enviados por Dios y por la Iglesia para ser signos de su amor en medio de los más necesitados, los jóvenes en dificultad, enfermos, los que no conocen a Cristo…

Nos sentimos Iglesia Católica y hemos sido reconocidos por ella como un camino auténtico de seguimiento de Cristo. Nuestras presencias no exigen confesionalidad, acogemos a todos los que quieran compartir con nosotros sin importar su credo o condición.

El P. Luis Amigó ha sido el instrumento que utilizó el Espíritu para comunicarnos ese gran Regalo: el Carisma Amigoniano.

 

DONDE ESTAMOS 

Presencia de los ¨Amigonianos¨ en el mundo

Provincia de Luis Amigó

Delegación Mártires Amigonianos

Provincia de San José

Provincia del Buen Pastor

Costa de MarfilFilipinasColombiaCosta Rica
EspañaItaliaEcuadorPuerto Rico
Polonia BrasilVenezuela
Alemania ChileNicaragua
  BoliviaRep. Dominicana
  ArgentinaPanamá
   México
   U.S.A