La pedagogía intenciona su quehacer hacia la reflexión permanente del sujeto de derechos, sus contextos y realidades. Busca “elevar, conducir al individuo a la plenitud de vida”. Acción permanente que se apoya en estrategias didácticas como la lúdica, la recreación, el deporte, el arte. Se orienta intencionalmente hacia la resignificación del proyecto de vida y la realidades en las que se encuentran inmersos nuestros niños, niñas y jóvenes; dar nuevo sentido, significado a su vida partiendo desde la identificación (de sí mismos, de sus decisiones) transformación de pensamientos, emociones. Ajustándose permanentemente a las nuevas exigencias, familiares, sociales, culturales; condiciones que el medio- contexto le demanda. Lo cual le permitirá alcanzar- descubrir- potenciar facultades, habilidades, competencias inter e intrapersonales (valores, norma, pensamiento…) Llevándole intencionalmente al redescubrimiento- fortalecimiento de nuevas opciones de participación, inclusión- interacción innovadora: Aportando de manera activa, asertiva a la construcción de nuevo tejido social. Contribuyendo como parte significativa de las nuevas realidades familiares y sociales.
En otras palabras “Formación del entendimiento y de la voluntad del hombre, para que sea capaz de hacer actos morales, actos humanos y no solo de hombre. Moralización, que es la adquisición de buenas costumbres. Moralización, que es educación de todo el conjunto el complejo humano en nuestros jóvenes para que sean responsables de sus actos”